Dado el desarrollo que en Venezuela y, particularmente el estado Mérida, ha alcanzado la actividad de las tecnologías de la información y comunicación (TIC`s), se puede especular que existen ciertas condiciones que permiten el surgimiento de iniciativas empresariales que pueden ser viables en el tiempo, que puede incrementar la formación de empresas independientes las cuales pueden contribuir a la diversificación de la economía de la región. La formación de empresas es un fenómeno que vincula, no sólo las características del empresario, sino también toma en cuenta la interacción que estos individuos realizan con el entorno que los rodea.
Existen propuestas de trabajo que se centran en la manera en que las personas, que pretenden crear una nueva organización, se relacionan con su ambiente y cuáles son los mecanismos de inserción de las nuevas empresas en la estructura social que conforma la red de empresas. Entre las interrogantes que se han planteando con los distintos trabajos se encuentra, por ejemplo, conocer si los emprendedores nacen con las habilidades necesarias para la creación de empresas. En tal sentido, algunas investigaciones sugieren que las habilidades empresariales se “aprenden en el camino” y otras señalan que los emprendedores con experiencia previa en el establecimiento de una organización, parecen tener más éxito y ser más eficientes en el momento de iniciar nuevos emprendimientos.
La tarea de relacionarse con el entorno es parte de ese “hacer” del emprendedor y, en tal sentido, se toma el concepto de “network” (red social o de trabajo) para el análisis de esa relación. La “red” constituye un elemento fundamental para el desenvolvimiento del empresario que puede determinar el éxito o fracaso de su desempeño. Dicha afirmación denota la importancia de este elemento para impulsar y facilitar la creación y éxito de una empresa. El objetivo que persigue un individuo que desea autoemplearse, es crear una organización para la cual ha de requerir un equipo de trabajo y distintos recursos. La conformación de su equipo tiene que ver en gran medida con las relaciones que él construye en su interacción con diversos individuos que se encuentran en la red a la que pertenece. En su relación con la red, el emprendedor por un lado busca a la red informal como fuente preferencial de información y recursos que le sirven para el inicio de su iniciativa. Asimismo, considera que la obtención de estos recursos puede hacerse de forma local. Es decir, se debe contar con miembros que proporcionen lazos fuertes pero también con individuos con los que se compartan lazos débiles.
En referencia a las características de la red que utiliza el emprendedor para desarrollar su actividad, se destaca de manera global, que una alta proporción de éstos (76,5%), indican una cantidad apreciable de miembros en su entorno, respecto a la heterogeneidad como atributo de la red, los emprendedores apuntan que éstas poseen alta “variedad de los tipos de contactos”, esta variable implica la oportunidad para la formación de lazos débiles y lazos fuertes, con el fin de obtener recursos de apoyo. En lo relativo a la densidad de la red, se puede señalar que esta característica es considerada por el 58,8% de los emprendedores, con un alto porcentaje de conexión al indicar que las personas que pertenecen a su entorno, cuentan con una proporción de enlaces que varía entre 50% y 100% de contactos entre los miembros que componen sus redes.
Las redes sociales del emprendedor son consideradas como un tipo específico de relaciones que le unen a un grupo de individuos y a través de las cuales, mediante procesos sociales o de negocios, el puede acceder a recursos, físicos o intangibles, que le proporcionan una ventaja a la hora de crear o sostener su empresa. Para el emprendedor la red social constituye un activo muy valioso.
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